Nunca ha faltado la pregunta ¿y qué piensa usted acerca de la virgen María?, se hace en todo lugar, en toda cultura...
La razón por la que se hace la pregunta debe ser sincera y honesta, ¿para aprender o para generar controversia, para herir o para glorificar a Dios?
No es para menos el hecho de que el tema de la virgen María sea tan particular y controversial, por un lado, unos han llevado a María a un nivel de corredentora, por otro lado, otros, han llevado a María a un nivel de casi total olvido u omisión, por lo tanto más que lo que diga alguna religión, que tal si para contestar esta pregunta acudimos a la biblia.
¿Qué nos dice la biblia acerca de María?
Las sagradas escrituras no nos dicen donde nació, a que escuela fue, que estudio, no nos habla de su apariencia física, de qué color era su piel, pelo u ojos, era gorda, flaca, alta o baja. Las escrituras nos enseñan que Dios en su plan soberano había establecido años atrás que una virgen iba a concebir y dar a luz un hijo.
“Por eso, el Señor mismo les dará una señal: la joven concebirá y dará luz un hijo, y lo llamará Emanuel.” Isaías 7:14
Y este cumplimiento se da en Lucas 1: 26-27, en María. Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.
Como todo personaje que Dios escoge para hacer su voluntad, así selecciona soberanamente a la virgen María para cumplir este propósito divino. Por este hecho queda de manifiesto que la joven virgen es seleccionada por la voluntad divina, y que lo maravilloso de este acto recae en la soberanía de Dios, de elegir a sus siervos, es por lo que unos la buscan divinizar y otros ignorar, cayendo en un cisma, que ha roto familias, amigos, y ¿Quién ganó?
Como todos los siervos de Dios, la virgen María nos dejó con su ejemplo de vida una serie de características dignas de imitar, por algo ella misma dijo:
“Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones” Lucas 1:48
Por tal motivo es que al mirar la escritura en Lucas 1:38, encontramos que la virgen María se reconoce a sí misma… “Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.[i] Y el ángel se fue de su presencia” …como una sierva de Dios, obediente, dispuesta a sufrir, ya que, al ser una mujer comprometida en matrimonio con José, y quedar embarazada sin haberse casado todavía, enfrentaría consecuencias físicas y sociales de su tiempo, pero para ella el hacer la voluntad de Dios era la prioridad.
Que hermoso ejemplo, ¿Lo imitas?
También en Lucas 1:47, en el famoso cántico de María, reconoce la necesidad que tiene de un salvador, lo cual indica que además de ser una sierva obediente, es una mujer humilde, capaz de reconocer su necesidad espiritual ante el Dios que la llamó.
“Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”
La misma pregunta, ¿reconoces esa misma necesidad?
Así como Dios llamó a sus siervos a ser protagonistas de acontecimientos únicos e históricos, tales como Moisés, libertador del pueblo de Israel (Exodo3 :8-10), Pedro encargado de llevar las buenas de salvación a los judíos (Gal.2:7), Pablo el apóstol de los gentiles (Gal. 2:8), a la virgen María se le encomendó ser la madre de Jesús, nuestro Señor y Salvador, el hijo de Dios. Lucas 1: 43.
“Pero ¿Cómo es esto que la madre de mi Señor venga a verme?” (dijo Elizabeth)
También es digno de resaltar la sabiduría y prudencia que nos refleja Lucas 2: 19: “María por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas”
Según las escrituras, María es una joven virgen que supo someterse al plan perfecto de Dios, supo disponer todo su ser para que Dios hiciese en ella conforme a su palabra, y permitió a Dios hacer su voluntad en su tiempo.
El lugar correcto de la virgen María en nuestra fe es el de ser una mujer ejemplar, (un espejo, que nos desnuda), en cada una de las características antes mencionadas (y otras más descritas en la Biblia), las cuales deben ser imitadas por todos aquellos que de una u otra manera profesamos una fe viva en Dios, seamos jóvenes o adultos.
Vale la pena terminar con las palabras de María donde se enfoca la importancia y valor de ser obedientes, a nuestros Dios, señalándonos el camino del éxito, a Jesús a quien debemos sumisión sobre todas las cosas, y reconocimiento de su Señorío sobre nuestra vida y llamado.
” Hagan lo que él les ordene” Juan 2: 5b (en las bodas de Canä)
Que extraordinario es encontrarse discípulos, que tienen en este y otros ejemplos similares la postura y decisión de su vida… “hacer lo que Jesús, nos ordena”
Dios no ha cambiado él es el mismo de ayer hoy y por los siglos, Dios tiene un plan perfecto para tu vida, solamente espera tu disposición para cumplirlo.
La palabra de Dios es la que encamina nuestro corazón, la que direcciona nuestro espíritu, y sobre todo es la “verdad que nos hace libres”
Como Pablo nos invitará a imitarlo a el porque el imitaba a Cristo, la Biblia nos dejo ejemplos que son dignos de ser imitados del carácter, obediencia y humildad de una Mujer extraordinaria que desafía nuestra "vida cristiana"
¡AVANCEMOS!
[i] E625 / TG
Comments