Decir NO, en Navidad
- TG iglesia
- 17 hours ago
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La pregunta ¿no es quien se siente abrumado en Navidad, sino quien no se siente abrumado? Abundan los estudios que señalan una gran tendencia de la gente a sentirse abrumada durante la Navidad.

¿Qué hace que esta fecha sea así, desafiante y estresante? Quizás sea una época del año muy tensa porque demasiadas personas dicen “sí” a todo (incluyendo gastar, comer y esforzarse demasiado, entre otras cosas).
No es fácil negarse a propuestas de otras personas, especialmente cuando están llenas de sanas intenciones y más durante las fiestas; sin embargo, a veces esto es saludablemente necesario. En lugar de decir “sí” a cada invitación, les quiero compartir unas formas sencillas de decir “no” y que quizás en ciertos momentos ayuden a mantenernos en paz esta Navidad.
Simplemente di “no”
Aunque pueda parecer más fácil decir “sí” o poner una excusa para evitar un conflicto, decir “no” es un principio bíblico. En Mateo 5:37, “simplemente diga un simple: ‘Sí, lo haré’ o ‘No, no lo haré’. Todo lo que vaya más allá de esto proviene del maligno”. Para que la Navidad de este año sea un poco más tranquila, comienza a naturalizar el hecho de decir algunos “no”.
“Esta vez te agradezco, pero no”
Rechazar amablemente una invitación a una fiesta o no comer el postre especial de alguien en Navidad está bien. No hay necesidad de sentirse culpable o preguntarse si los sentimientos de la otra persona pueden resultar heridos al rechazarlos de manera respetuosa pero clara.
“Déjame responderte luego”
Si no estás seguro de decir “sí”, no reacciones instintivamente cediendo a la presión. Tómate uno o dos días para decidir si es factible. Tener tiempo para pensar, orar y discutirlo con otras personas (como tu cónyuge, o tu pastor) te brindará la claridad que tanto necesitas.
“Tengo otros planes, pero nos vemos pronto”
Otra estrategia es programar actividades que tengan que ver con tu cuidado personal, ir al gimnasio, dar un paseo sin apuros, pasar tiempo de calidad en familia con los niños o tu pareja. De esa manera, será más fácil no aceptar más cosas si ya hay algo programado. Al hacer del cuidado personal y de la familia una prioridad, la Navidad será menos estresante. Paradójicamente[i] por no decir no, hay personas que no se congregan estos días. ¿esta bien eso? Obvio que no, la Navidad es Jesús y una manera de reafirmar esto es estar con tu familia en la Fe.
5. “Siempre he sido anfitrión, pero no podré hacerlo este año”
La Navidad es una época de tradiciones. Pero tal vez sea demasiado recibir a toda la familia este año. La mejor manera de dar la noticia es transmitir la voluntad de ayudar de otra manera. Tal vez puedas decir: “Si podemos hacerlo en otro lado, yo puedo ayudar con la cocina”.
“No tengo margen para eso en mi presupuesto”
Diles a tus familiares y amigos con anticipación cuáles son tus posibilidades y limitaciones presupuestarias para compras regalos y actividades. Cuando un hijo o un nieto te pida un regalo caro, sé honesto con él y pregúntele si hay otra opción que le gustaría además de esa.
“Voy a ir de visita, pero NO me quedare a dormir”
¿Estás deseando ponerte al día con tu familia y amigos que viven en otro lugar, pero no quieres tener que lidiar con su consumo excesivo de alcohol o su comportamiento discutidor? Tener un lugar al que retirarte evitará que esta situación se pueda convertir en una pesadilla. Si las cosas se ponen tensas, que tristemente eso pasa en varios hogares, mantén la calma y regresa a tu casa o donde estes hospedado.
“No me siento cómodo con eso”
Es fundamental comunicar los límites con claridad a la familia y a los amigos, y luego actuar en consecuencia cuando esos límites se traspasen. Si te mantienes firme al decir “no”, la gente lo respetará o entenderán tus posteriores decisiones. Recuerda respetamos… pero no aprobamos ciertas conductas.
“Eso no es algo que voy a discutir ahora”
Ya sea por política, por deportes o por sacar a relucir problemas del pasado, seamos realistas: las reuniones navideñas suelen ser el momento en el que surgen conflictos. Antes de asistir a una reunión o posada con familiares y amigos, piensa en cuál sería la respuesta adecuada si surge una de esas discusiones de las que no quieres ser parte. Así que, sin importar lo tensas que se pongan las cosas, mantén la calma y responde en lugar de reaccionar.
Por último, que nunca nos pase a nosotros perder de vista lo más importante de todo y lo fundamental en estos días festivos. La Navidad, NO se trata de otra cosa que de celebrar el nacimiento de Jesús. Él vino a traernos salvación y liberarnos de nuestros pecados, ataduras y vicios. Que vivamos en carne propia esa libertad gloriosa y que la podamos contagiar a cada uno de los que interactúen con nosotros en esta época tan propicia para hablar de Dios.
La navidad es Jesús, por eso una navidad que se vive y se disfruta es porque no perdemos de vista su propósito y razón de ser.

[i] GB / E625





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