La gloria de Dios / 21 Dic

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo,  y llamarás su nombre JESÚS. LUCAS 1:31

Una canción popular dice que la Navidad es «la época más maravillosa del año». Las razones para esta afirmación son muy diversas: las fiestas, los regalos, las luces de colores, los viajes, encuentros familiares, entre otras cosas. Lo que nos evidencia que es muy fácil perder de vista la verdadera razón de la navidad: JESÚS.

La historia bíblica narra que el ángel Gabriel fue enviado a una casa donde vivía una joven llamada María. Según la cultura de su época, ella no parecía la candidata ideal para la tarea que Dios estaba a punto de encomendarle: sería el instrumento escogido para ser la madre terrenal del Mesías.

Después de una clara explicación del ángel, María simplemente respondió diciendo: «He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra…» (Luc. 1:38). El nombre del hijo que tendría fue dado por el ángel: Jesús, la forma griega del hebreo Josué, que significa «El Señor salva». Así como Josué guio a Israel hacia la tierra prometida (Jos. 1:2), Jesús guiaría a los suyos a la vida eterna.

En el nombre de Jesús han sucedido sanidades, milagros, se han restaurado vidas, familias y comunidades enteras. Aunque han pasado dos mil años de Su venida y caminar entre nosotros, sigue siendo EL Nombre poderoso que salva, restaura y obra maravillas. Él es la razón de nuestra celebración.

Algo de Navidad, en Navidad es tener claro que la Navidad es Jesús.

Señor, gracias por enviar a Jesús, Amén